• Organización espera que legisladores no cedan a las presiones de la industria
Dra. Nydia Amador, presidenta de Renata destacó la importancia de avanzar con esta iniciativa en la Asamblea Legislativa

La Red Nacional Antitabaco (RENATA) pidió hoy a los diputados no ceder a la presión de distintos sectores que pretenden que se archive el proyecto de Ley o se reduzca el porcentaje del 40% propuesto para gravar los cigarrillos electrónicos y vapeadores [sic]) (vaporizadores) y más bien, considera que debe aprobarse incluso con una tasa impositiva del 75% tal y como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La propuesta está contenida en el expediente 21.658 Ley de Regulación de Vapeadores y Cigarrillos Electrónicos, el cual ya fue dictaminado en la Comisión de Asuntos Sociales y ha iniciado su trámite en el Plenario Legislativo con miras a su aprobación en primer debate.

Aprobar este proyecto es darle prioridad a la salud de las personas y pensar en el futuro de miles de jóvenes y niños que podrían, a través de estos dispositivos, iniciarse en el tabaquismo. Costa Rica es un referente debido a sus políticas de control del tabaco, por lo que este proyecto complementa la legislación actual. Tal y como lo ha señalado la OMS, el tabaco es tóxico, contiene carcinógenos, y por tanto los cigarrillos electrónicos deberían sujetarse a las normativas y reglamentos aplicados a todos sus productos derivados conforme al Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco”, asegur Nydia Amador, presidenta de Renata.

Agregó que, contrario a quienes defienden estos productos, no existen investigaciones sólidas que demuestren que el vapeo ayuda a dejar de fumar. Incluso, muchos de los estudios que se utilizan para reforzar este argumento no cuentan con una metodología científica adecuada, y algunos son realizados por la misma industria tabacalera o financiados por ella.

Un estudio del European Heart Journal demostró que el vapeo endurece las arterias, lo cual es indicador de un pronóstico importante de riesgo de problemas cardíacos y accidente cerebrovascular. Por otro lado, también existe evidencia de que el uso del cigarrillo electrónico causa síntomas de dependencia.

Otro aspecto a considerar en el caso de los cigarrillos convencionales, electrónicos y productos de tabaco calentado, es el alto riesgo de contagio por Coronavirus, ya que la acción de fumar o vapear implica un mayor contacto mano-boca, lo cual puede aumentar el riesgo de entrada del virus en el aparato respiratorio, así como por la manipulación con el uso de la mascarilla y la pérdida del distanciamiento social. Además, vapear puede dañar la salud pulmonar y provocar un mayor efecto de enfermedad grave por Covid-19.

Específicamente sobre los argumentos de daño a la economía y la evasión fiscal, Amador fue contundente en señalar que “los aumentos impositivos no entrañan un aumento automático de las actividades de contrabando. La evasión fiscal está más relacionada con una recaudación deficiente de impuestos y políticas públicas contra la elusión y evasión fiscal que con la aplicación de impuestos elevados”.

Cabe destacar que el mismo Banco Mundial ha señalado que aumentar impuestos a productos de tabaco y sus derivados es el modo más eficaz para evitar que niños y jóvenes empiecen a fumar. Asimismo, este proyecto brinda recursos que ayudan a la Seguridad Social a enfrentar el costo por la atención de las enfermedades que provoca el tabaquismo, mismo que según un estudio del 2015 realizado por el Ministerio de Salud y el Instituto de Efectividad Clínica de Argentina, supera los ¢129 mil millones, es decir, supera el 0,47% del Producto Interno Bruto (PIB), cuando los impuestos que se recaudan por los productos de tabaco no llegan ni al 30% del monto que se gasta.

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