14 de junio, 2019. Costa Rica no se escapa a las artimañas desarrolladas por la industria del tabaco en todo Latinoamérica.
En varios países de nuestra región, la empresa tabacalera Philip Morris International (PMI) ha usado como estrategia la de realizar alianzas con escuelas de medicina de universidades reconocidas y con colegios profesionales y asociaciones en Ciencias de la Salud para buscar aprobación de su nuevo producto de vapeo y para hacerlos cómplices de la promoción de los mismos, aun siendo prohibido por ley.
“Hace algunos días la Red Antitabaco de Costa Rica (RENATA), obtuvo información sobre la intención de PMI de realizar un “evento académico” en una universidad de nuestro país y en un colegio profesional para presentar sus cuestionadas investigaciones sobre un nuevo producto que aún no se vende en el territorio nacional pero que tienen la intensión de comercializar. Con esto busca reforzar su argumento de que éste es inocuo para la salud, bajo la aprobación de los especialistas y quitarle importancia a los daños que provoca en la salud de los consumidores y de quienes respiran el vapor”, aseguró Teresita Arrieta, presidenta de RENATA.
El tratar de promover estas actividades representa una clara violación al Artículo 12 de la Ley General del Control del Tabaco y sus Efectos Nocivos en la Salud, N°9028 que prohíbe la publicidad y la promoción de productos de tabaco y sus derivados, acarreando una multa de diez salarios base tanto para la tabacalera como para la institución o agrupación anfitriona. Además, de la falta grave de desarrollar actividades que promocionan un producto que va en contra de la salud, en un centro universitario o en un gremio profesional que desarrolla actividades para la protección de la misma.
“RENATA celebra que ambas entidades hayan interpuesto la ética y el respeto a la vida y hayan rechazado este tipo de propuesta que lo único que busca es reforzar los intereses económicos de una industria cuya actividad comercial enferma, incapacita y mata a las personas”, aseguró Arrieta.
Según publicó The Lancet recientemente, PMI creó la Fundación para un Mundo Sin Humo en 2017, con una financiación de casi US$1.000 millones. La Fundación afirma ser un organismo científico independiente con el objetivo de “acelerar el fin del hábito de fumar”. Sin embargo, la controversia ha rodeado a la Fundación desde su creación con reclamos de legitimidad e independencia disputados por la OMS y entidades mundiales y locales de salud pública.
Según The Lancet, la Fundación no debe considerarse una organización independiente ni científica, pues es financiada únicamente por PMI. De la donación anual de $80 millones de PMI, la Fundación gastó $6,66 millones en becas de investigación en 2018, $7 millones en comunicación (la mayoría de las cuales se gastó en organizaciones de relaciones públicas) y $7 millones de dólares en personal ($45 millones permanecen sin gastar). Este mayor gasto en relaciones públicas que en investigación no coincide con la descripción de sí misma como un cuerpo científico, sino que apoya el creciente consenso de que la Fundación proporciona una función de relaciones públicas clave para PMI.
The Lancet cita a doctores en Italia y Reino Unido que han recibido millones de dólares para investigar sobre su producto. Pero también aseguro que son muchos los que en los primeros 21 meses de funcionamiento han salido de la Fundación.
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