La Red Nacional Antitabaco (RENATA) sale al paso de las manifestaciones de la industria de licores y tabaco, que detrás de AmCham y BritCham, se han manifestado en contra del Proyecto 20.961, Ley contra la Adulteración, Falsificación, Imitación y Contrabando de Bebidas con Contenido Alcohólico, que establece un sistema de trazabilidad para las bebidas alcohólicas, así como del expediente 21.658 Ley de Regulación de Vaporizadores y Cigarrillos Electrónicos. RENATA considera que se trata de iniciativas de alta incidencia en la recaudación fiscal, que combaten el comercio ilícito y promueven la salud pública.
“No es posible que en las condiciones en que se encuentra el país, tanto a nivel de salud como de déficit fiscal, la industria intente socavar estos proyectos de ley, los cualespermitiránuna mejora recaudatoria. Con uno se combate el comercio ilícito del licor con un impacto positivo en los niveles de salud pública que evitaría que sigan falleciendo personas por consumo de licor adulterado, entre otros beneficios. Con el otro, aumentaría la recaudación fiscal por el uso de vaporizadores y según la data científica, disminuiría su uso. Por estas razones apelamos a la independencia de los diputados para que aprueben ambos proyectos de ley”, asegura la Dra. Nydia Amador, presidenta de RENATA.
Trazabilidad fiscal independiente de la industria
En el caso específico del proyecto de trazabilidad, Amador agrega que el establecimiento de este sistema permitiría dar seguimiento al producto desde que sale de la fábrica o del almacén fiscal hasta su destino final, el consumidor. Se ha comprobado que los sistemas de trazabilidad de alta tecnología e independientes de la industria, permiten reducir los riesgos de contrabando, adulteración y evasión fiscal.
La trazabilidad ha sido aplicada con éxito en diversos países, los cuales han visto un incremento importante en sus ingresos y una merma en la adulteración y el contrabando.
También se protege al consumidor, la salud pública, se fortalece la cultura y el pago voluntario de impuestos, la competencia leal en la industria, el combate al crimen organizado. Así como el cumplimiento de compromisos internacionales en el control de sustancias nocivas para la salud, como lo es el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Control del Tabaco (CMCT) ratificado por Costa Rica en 2008.
Cabe destacar que, pese a las críticas de un sector empresarial específico sobre el mecanismo de trazabilidad que se propone, no se trata de los simples sellos puestos y manipulados por la misma industria que no han dado resultado en el pasado. Un verdadero sistema de trazabilidad como lo exige el Protocolo para la Eliminación del Comercio Ilícito de Productos de Tabaco que deriva del CMCT, ratificado por Costa Rica en el año 2016, implica el uso de tecnologías que permiten el seguimiento del producto ingresado al país o salido de la fábrica hasta su destino final de manera segura. Estos sistemas deben ser controlados por el Gobierno para que las autoridades tributarias crucen información valiosa, sin que intervenga la industria.
Los impuestos disminuyen el consumo
Por otro lado, en cuanto al
expediente 21.658 que establece un 40% de impuestos a los vaporizadores,
RENATA es contundente al señalar que este proyecto no fomenta el comercio
ilícito y más bien prioriza la salud de las personas en especial de niños y
jóvenes.
Tal y como lo ha señalado la OMS, el tabaco es tóxico, contiene carcinógenos, la nicotina causa dependencia y por tanto los vaporizadores y productos de tabaco calentado deben sujetarse a las normativas y reglamentos aplicados a todos sus productos derivados conforme al CMCT.
Cabe destacar que el mismo Banco Mundial ha señalado que aumentar impuestos a productos de tabaco y sus derivados es el modo más eficaz para evitar que niños y jóvenes empiecen a fumar o vapear. Asimismo, el Banco Mundial ha recomendado el uso de los sistemas de trazabilidad para detener el comercio ilícito de productos sensibles al mismo.
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