La evidencia científica debe prevalecer

23 marzo, 2020. Hoy hace 8 años, se firmo la Ley de Control de Tabaco de Costa Rica, Ley #9028. La prevalencia de consumo de productos de tabaco en estos 8 años ha bajado de 13,4% en 2010 a 10,5 en 2015. “El panorama que hoy enfrentamos con el Covid-19 sería posiblemente otro si no se hubiera disminuido la prevalencia de consumo de tabaco con la ley del 2012”, asegura la Dra. Nydia Amador, Vicepresidenta de RENATA.

El nuevo coronavirus (COVID-19) ataca los pulmones, por lo que las conductas que debilitan los pulmones ponen a las personas en mayor riesgo. El impacto nocivo del tabaquismo en la salud pulmonar está bien documentado y cada vez hay más evidencia que indica que el uso de cigarrillos electrónicos (vapeadores) también pueden dañarla.

Existe evidencia concluyente de que fumar aumenta el riesgo de infecciones respiratorias, debilita el sistema inmunológico y es una causa importante de una serie de enfermedades crónicas, incluidas la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la enfermedad cardíaca y la diabetes. Además, existe una creciente evidencia de que el consumo de cigarrillos electrónicos también puede dañar la salud pulmonar. Estos factores ponen a las personas que fuman, y probablemente también a las que utilizan cigarrillos electrónicos, en mayor riesgo cuando se enfrentan al Covid-19, según informó la organización Campaign for Tobacco-Free Kids.

“Nunca ha habido un mejor momento para que las personas que fuman dejen de hacerlo y para proteger la salud evitando el uso de todos los productos de tabaco, incluidos los cigarrillos electrónicos, asegura la Dra. Nydia Amador.

Por su parte, la Dra. Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de los Estados Unidos, asegura que “debido a que ataca a los pulmones, el Covid-19 podría ser una amenaza especialmente grave para aquellos que fuman tabaco o marihuana o vapean. Por lo tanto, es razonable preocuparse porque la función pulmonar comprometida o la enfermedad pulmonar relacionada con el historial de tabaquismo, así como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), pueda poner a las personas en riesgo de complicaciones graves frente al COVID-19”.

Según Volkow, “vapear, así como fumar, puede dañar la salud pulmonar. Todavía se desconoce si puede conducir a EPOC, pero la evidencia emergente sugiere que la exposición a los aerosoles de los cigarrillos electrónicos daña las células del pulmón y disminuye la capacidad de responder a la infección”.

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