Desde hace varias semanas se ha venido desarrollando una campaña de relaciones públicas, con el único objetivo de convencer al país de que es debido a la Ley 9028 que se ha disparado el comercio ilícito de cigarrillos.

Las personas que la desarrollan están o han estado ligadas a las empresas tabacaleras, y se mueven desde organizaciones fachada, debido principalmente a que la industria tabacalera no debe mantener relación alguna con el gobierno, como lo estipula el Artículo 5 inciso 3 del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco. Este artículo tiene como fin principal evitar la influencia de estas para que no se den cambios negativos a leyes o directrices que buscan debilitar el control del tabaco, como ha sucedido ya en muchos países.

Personeros de estas instituciones fachada están visitando a los diputados, a los ministros de gobierno y a la prensa con el objetivo de sembrar miedo y  de traerse abajo la Ley 9028 o algunos de sus artículos.

Si bien es cierto que el contrabando de productos de tabaco existe, no es posible culpar a  la Ley 9028 del aumento del contrabando.  Tanto la Ley 9028, como el Protocolo para la Eliminación del Comercio Ilícito de Productos de Tabaco -que se encuentra en el cuarto lugar del orden del día de la Comisión de Relaciones Internacionales y Comercio Exterior de la Asamblea Legislativa- plantean acciones específicas para el combate contra del comercio ilícito, y lo que hace falta es aplicar esas acciones.

La Ley 9028 ha traído grandes beneficios a la salud de los costarricenses, y efectivamente una baja en el consumo de tabaco y por lo tanto algún detrimento en el “negocio de la muerte”, como muchos lo han llamado a la adicción al tabaco.

En términos generales, el contrabando existe en éste y en otros productos debido a los  débiles controles en aduanas.  Sabemos que deben fortalecerse.  Asimismo el contrabando existe gracias a la corrupción de algunas personas que trasiegan la mercadería, que la introducen al mercado y finalmente que la compran y venden.

Teresita Arrieta Araya

Coordinadora de la Red Nacional Antitabaco (RENATA)

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