WASHINGTON, D.C. – Un informe publicado hoy por un grupo internacional de interés público y organizaciones de salud se basa en la reciente investigación compuesta de varias partes realizada por el New York Times y proporciona documentación adicional y detalles sobre cómo la Cámara de Comercio de los Estados Unidos ha ayudado a la industria tabacalera a luchar contra las políticas para salvar vidas en más de una docena de países, socavando así las medidas destinadas a luchar contra una epidemia mundial de tabaquismo que amenaza a 1000 millones de vidas este siglo.
El artículo del Times expone cómo la Cámara de Comercio de EE.UU. y su red global de más de 100 afiliadas a la Cámara de Comercio Americana (AmCham) han actuado como un grupo que sirve de tapadera a la industria tabacalera para combatir sistemáticamente las políticas de control de tabaco efectivas por todo el mundo. Las tácticas de la Cámara de Comercio de EE.UU. incluyen una oposición directa a las políticas de salud de los países, enfrentando a los países entre sí en disputas de comercio internacional y que influyen en los acuerdos comerciales internacionales en beneficio de las compañías tabacaleras.
El informe de hoy muestra que las actividades en favor del tabaco de la abarcan todo el planeta y a menudo su destino son los países de bajos y medios ingresos vulnerables a la intimidación por el poderío económico de los grupos de presión empresarial líderes de los Estados Unidos. Estos países incluyen Burkina Faso, El Salvador, Jamaica, Kosovo, Moldavia, Nepal, Filipinas, Uruguay y Ucrania.
El informe, Humo que sopla de las grandes tabacaleras, fue publicado por Campaign for Tobacco-Free Kids (Campaña para Niños Libres de Tabaco), Public Citizen (Ciudadano Público), Corporate Accountability International, la Alianza del Convenio Marco, Action on Smoking and Health (Acción para el Tabaco y la Salud, Estados Unidos), Smoke-Free Partnership (Alianza Libre de Humo), InterAmerican Heart Foundation (Fundación Interamericana del Corazón), Southeast Asia Tobacco Control Alliance (Alianza para el Control del Tabaco del Sudeste de Asia) y la African Tobacco Control Alliance (Alianza Africana para el Control del Tabaco).
La Cámara de Comercio de EE.UU. ha defendido sus actividades en nombre de la industria del tabaco, argumentando que está trabajando para proteger propiedad intelectual y marcas registradas.
Pero el informe de hoy muestra que la Cámara de Comercio de EE.UU. ha luchado contra las políticas que están de acuerdo con el tratado internacional de salud pública, el Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS (FCTC, en inglés), que ha sido ratificado por 179 países y la Unión Europea. Las políticas incluyen las leyes relacionadas con los lugares de trabajo y lugares públicos libres de humo, mayores impuestos al tabaco, prohibiciones de publicidad del tabaco, advertencias sanitarias gráficas y disposiciones que rigen a los paquetes de tabaco.
” La Cámara de Comercio de EE.UU. no debería estar usando la influencia de la comunidad empresarial de Estados Unidos para intimidar a países que trabajan para salvar vidas con políticas eficaces que son apoyadas por la ciencia y las leyes”, dijo Matthew L. Myers, Presidente de la Campaña para Niños Libres de Tabaco. «Las actividades de la Cámara en favor del tabaco dañan la salud por todo el mundo y mancillan el nombre del comercio estadounidense. La Cámara debe cambiar de rumbo y detener su apoyo a una industria que vende un producto excepcionalmente letal y tiene una larga historia de enfocarse en los niños y engancharlos a un engaño mortal”.
Aunque la Cámara de Comercio de EE.UU. no revele públicamente su lista de miembros, el grupo de Altria, la mayor empresa tabacalera de los Estados Unidos, es miembro del Consejo de la Cámara de Comercio de EE.UU.. Además, cuatro de las mayores empresas tabacaleras multinacionales, Philip Morris internacional, British American Tobacco, Imperial tabaco y Japan Tobacco International – tiene membresías en más de 55 afiliados locales de la AmCham.
El informe de hoy incluye estudios de caso acerca de la presión en favor del tabaco por la Cámara de Comercio de EE.UU. en Uruguay, Burkina Faso, Moldavia, la Unión Europea y Filipinas, con una lista adicional de los esfuerzos de la Cámara de los Estados Unidos en otros países para oponerse a una variedad de políticas para el control del tabaco. Las actividades de la Cámara de los Estados Unidos, en paralelo con los esfuerzos más amplios de las empresas tabacaleras, en algunos casos contribuyeron con los funcionarios del gobierno para debilitar los proyectos contra las políticas de control de tabaco. En otros casos, las intervenciones de la Cámara de Comercio de EE.UU. han retrasado y complicado significativamente los esfuerzos de los gobiernos para adoptar y aplicar políticas de control de tabaco.
El informe recomienda diversas acciones:
- Los gobiernos deben rechazar los argumentos engañosos y amenazas de la Cámara de Comercio de EE.UU. y sus afiliados, y adoptar las medidas de control de tabaco requeridas por el Tratado del FCTC.
- Los gobiernos deberían proteger las políticas de salud pública contra la interferencia de la industria tabacalera y sus aliados, también como lo exige el Tratado.
- Los acuerdos internacionales de comercio e inversión deben proteger el derecho soberano de los gobiernos para adoptar medidas de salud pública encaminadas a reducir el consumo de tabaco y sus daños.
- La Cámara de Comercio de EE.UU. y sus afiliados de AmCham deben revelar públicamente sus donantes para que los legisladores y otros funcionarios del gobierno puedan estar plenamente informados acerca de sus relaciones con la industria del tabaco.
“Los gobiernos de todo el mundo deben saber que la Cámara de Comercio de EE.UU. y sus afiliadas no representan al gobierno de Estados Unidos o las opiniones del público estadounidense y los Estados Unidos, y la Cámara de Comercio de EE.UU. no es una autoridad legítima sobre las políticas de salud pública.También merecen saber exactamente a quién está representando la cámara”, dijo Myers.
El tabaco mata a unos 6 millones de personas anualmente y se proyecta que matará a mil millones de personas este siglo si no se revierten las tendencias actuales. Más del 80 por ciento de estas muertes sucederán en países de ingresos bajos y medianos.
Para leer el informe completo acuda a: www.tfk.org/uschamber
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